viernes, 3 de mayo de 2013

SOLO PARA HOMBRES

El hombre de hoy ha sufrido una considerable variaciòn desde sus orìgenes. La manera de ver a un hombre y el interior del mismo han sufrido un giro de 180 grados, aunque aùn no se hable mucho de ello. La sociedad (en particular la nuestra) promueve y sustenta la masculinidad del hombre en situaciones y condiciones que hoy resultan bastante arcaicas por no decir menos. En las èpocas del Neanderthal, la vida era bastante diferente que en nuestra actual civilizaciòn. En efecto, hace màs de 100 mil años el hombre poseìa caracterìsticas fìsicas tan distintas a las de una mujer, lo que derivaba en la asignaciòn diferente de las funciones. Su gran fortaleza y rendimiento fìsicos entre otros, le asignaron a nuestro cavernìcola las funciones de proveedor del alimento, de bùsqueda de seguridad y protección. Más adelante, incluso ya en civilizaciòn, la fortaleza fìsica del hombre siguió siendo preponderante. El hombre fuerte era necesario para ir a la guerra, para proteger civilizaciones enteras y territorios y, desde un punto de vista màs biològico, su mayor masa muscular lo convertía en un ser menos vulnerable que una mujer, por ejemplo, en épocas de escaso alimento en las que el cuerpo recurre a la masa muscular para sobrevivir.
Aún tenemos rezagos de este tipo de hombre, pero hoy no se llaman màs cavernìcolas (con el respeto que ellos me merecen claro està), hoy en dìa tenemos al famoso MACHO. Aquel hombre que es aparentemente protector, que se vanagloria como un pavo real de sus éxitos, básicamente medidos a través de los logros económicos  y que luce a su lado una esposa hermosa y bien cuidada, unos hijos igualmente bellos y probablemente un carro del año. Una fachada de perfecciòn maravillosa, digna de ser envidiada (sana o insanamente) por muchos, pero que no logra ser màs que eso: Una fachada. Por detràs del disfraz, inseguridad y mucho egoìsmo, que no permite alcanzar mìnimos estàndares de felicidad para quienes lo rodean. Satisfacen necesidades materiales, pero no las intangibles.
Por otro lado, tenemos una nueva tendencia de hombres "FIT", que ya no refuerzan su masculinidad en su mùsculos, sino màs bien, encuentran su valor en sus habilidades intelectuales, que les permite tener éxito también, pero sin descuidar su emocionalidad. Se ha iniciado la Revoluciòn Masculina.
El hombre de hoy tiene derecho a sentir, ya no tiene prohibido llorar, tiene derecho a mostrarse dèbil y sentir que la protecciòn y el regocijo vienen de fuera. Tiene derecho a no ser el único proveedor y tener toda la carga sobre sus hombros, tiene derecho a ser tierno y a dar muestras de ello sin ser confundido con homosexual, tiene derecho a no reprimir sus emociones y por ende, tiene derecho a ser un HOMBRE LIBRE.
Me encantaría saber cómo eres o quisieras ser TU. 

Dra. BERBEL HESS
PSICOTERAPEUTA
Telf: 980068958
berbelhessa@hotmail.com

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