LA EVIDENCIA DE MI AMANTE
Cómo saber si estamos enamorados? Primero habría que empezar
por definir qué es el amor. En definitiva, más fácil sentirlo que explicarlo,
pues resulta en una experiencia de lo más individual. Finalmente, cada quien le
da nombre a aquello que siente y cómo lo siente. En este caso voy a referirme a
la primera etapa del enamoramiento y le llamaré amor pasional. Con este nombre
me refiero a la experiencia afectiva que resulta de múltiples variables que
deben conjugarse y acoplarse de manera apropiada, en las proporciones correctas
para lograr tener éxito en el largo plazo. El amor pasional, el amor del
inicio, se constituye en un estado irracional, donde predomina el eros, el
erotismo. Tendemos a idealizar a la persona amada, magnificando sus virtudes,
minimizando sus defectos, con el riesgo de hacerle entrar en un traje que no es
de su talla. Nuestros sentidos se distorsionan: vemos lo que no existe, oímos
lo que no se dice entrando en una suerte de psicosis transitoria.
Lo que domina esta etapa es el sentido de pertenencia, "el
es mio", "ella es mia", cada quien quiere mimetizarse el uno con el otro, corriéndose el riesgo de
perder su individualidad en el camino.
Nada es tuyo, nada es mio. Los dos estamos aqui porque así
lo deseamos. Nada más hermoso que la unión de a dos en ejercicio de tu libre
albedrío. Que tranquilidad, nada más sano que la otra persona tenga la certeza
de que estás allí porque es allí a donde quieres estar.
Durante esta etapa del enamoramiento temprano no hay espacio
para nadie más que la persona que aborda intrusivamente tu mente, la que ocupa
tus pensamientos, la que aún crees perfecta y por la que vale la pena cualquier
sacrificio.
Muy romántico, pero peligroso. El camino más corto al
sufrimiento. Lamento impregnar estas líneas de cierto
"anti-romanticismo", pero es necesario, aún en esta etapa, tener
ciertas precauciones para evitar un desgaste emocional. Aquí las que considero
las más importantes en esta etapa:
- No idealices a la persona amada, ámala como realmente es,
reconoce sus virtudes y defectos, y ámala asi, ese es un amor realista y
honesto. Si idealizas a alguien es porque no te alcanza esa persona asi tal
cual es.
- No pierdas tu individualidad, tus amistades, tus
actividades, tu vida previa. Tener un amor no significa olvidar tu existencia
anterior.
- Déjate volar, si deseas, con los dos pies, pero mantén una
línea de vida a tierra. Algo de racionalización no está demás, te permitirá
apreciar a la otra persona en su justa medida.
- Entiende que la sexualidad es el ingrediente más
importante de ésta etapa, el deseo pasional arde con una llama naranja-rojiza y
alta. Pero también entiende que el deseo
sexual no es un status invariable, tiene subidas y bajadas.
Si a través del tiempo logras traspasar la frontera del
"enamoramiento", pasarás a encontrarte con el otro ingrediente del verdadero
amor: la amistad, pero no cualquier tipo de amistad, sino la amistad de pareja,
el momento en que trasciendes tu propio "yo" para integrar un
"tu y yo" a tu vida.
Mientras el erotismo por momentos languidece y resucita nuevamente,
en esta etapa, pasarás a la complicidad, a la búsqueda de objetivos conjuntos,
al compartir. Ya no es sólo satisfacción personal a través del eros, del
erotismo, ya no es un disfrute individual, ahora somos dos y pienso en un nosotros. En mi opinión,
es la parte más pura y desinteresada del amor, no sólo buscas la satisfacción
propia y egoísta del eros, ahora buscarás y disfrutarás con tu amante y amig@.
Pero el amor tiene un tercer ingrediente, que algunos
filósofos y terapeutas llamamos Ágape. El Ágape es la ternura, la entrega total
y desinteresada, la preocupación por el bienestar de la persona que amamos,
aquello que nos hace sentir su sufrimiento como nuestro, aquello que hace que
ofrezcamos protección y cuidado.
Como vemos, el amor tiene estos tres ingredientes, que deben
engranarse en justa armonía para que fluya una relación sana, muy distante del
dolor emocional.
Ahora te pregunto: Estás enamorad@?
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