Al momento de intentar vender un producto es importante que la empresa tome en consideración los aspectos fundamentales del cerebro de sus target.
El ser humano posee tres estructuras cerebrales que actúan en ocasiones de forma independiente y en otras, de forma simultánea. El cómo funciona cada estructura determina la respuesta del consumidor frente a un producto, y por ende, la compra o no del mismo.
En la parte anterior tenemos al cerebro frontal, llamado córtex, que maneja conceptos racionales.
Detrás de él encontramos el cerebro límbico, que es el encargado del manejo de nuestras emociones.
En la parte más profunda y posterior del cerebro, está la zona del mismo que representa nuestra parte más instintiva y primitiva, aquella que maneja los primeros recuerdos entre nuestros 0 a 5 años entre otros.
El marketing más simplista apela a nuestra parte más racional, al cerebro cortical. Algo más elaborado y efectivo es el marketing orientado al cerebro cortical y también al límbico. Finalmente, la estrategia más efectiva de venta involucra sin duda las tres estructuras cerebrales, dando importancia fundamental a nuestra parte primitiva e instintiva, emocional, afectiva y racional. Decimos para qué sirve un producto y mostramos la ganancia emocional que se obtiene del mismo.
Finalmente no olvidar el factor cultural asociado a la población de consumo, en este aspecto es importante conocer la impronta de los primeros recuerdos de las personas asociados al producto que se desea vender, ya que no todas las poblaciones manejan los mismos conceptos.
Dra. Berbel Hess
Telf. 980068958
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